sábado, 7 de enero de 2012

HOLA A TODOS

Mi nombre es Feli y he creado este blog para que conozcáis un bien cultural de mi pueblo, Bullas, y a la misma vez también un poco de la historia  de este bonito lugar de la región de Murcia.

El bien cultural que vamos a ver en este blog es el yacimiento arqueológico de la villa romana de Los cantos, que a continuación paso a describir.

Este Blog también está creado para presentar un trabajo dentro de la asignatura de diseño de programas del Grado de Educación Social que estoy estudiando en la UNED.


El descubrimiento oficial de la Villa romana de Los Cantos se produjo en marzo de 1867, como consecuencia de las excavaciones realizadas por D. Bernardino García, vicario de Caravaca, en los terrenos propiedad de la Marquesa de las Almenas, esposa del Marqués de Corvera. La localización de un mosaico en blanco y negro con motivos geométricos que formaba parte del suelo de una habitación de ocho metros de longitud por siete de anchura, motivaría la realización de estos trabajos y la intervención de la Comisión Provincial de Monumentos a través del arquitecto D. Francisco Bolarín en 1868.


Posteriormente, entre 1905 y 1909, se emprendieron nuevos trabajos de excavación dirigidos por el cura párroco de Bullas D. Juan Bautista Molina Núñez, que descubrió una serie de estancias que comprendían unas termas y otros espacios en los que se encontraron abundantes fragmentos de esculturas, entre las que destaca el conocido como Niño de las Uvas.


Sin embargo, estas excavaciones no tuvieron continuidad y el yacimiento permaneció en el olvido durante muchos años, siendo rescatado por la voluntad decidida de los miembros del Colectivo de Arqueología de Bullas, que prospectaron la zona repetidas veces y convencieron a la Administración local y regional de la importancia de este enclave. Por fin, estos esfuerzos cristalizaron en el comienzo de una serie de campañas sistemáticas de excavación, dirigidas por D. Manuel Campuzano López, entre los años 1995 y 1997. Dichas campañas sugerían la existencia de un conjunto de grandes dimensiones, una villa de bloque simple con un enorme patio central que se abría a una extensa área de almacenes en su ala oeste. Del registro material obtenido durante las excavaciones parecía deducirse que la villa había sido fundada en torno al 41 - 68 d.C., permaneciendo habitada hasta finales del siglo II, momento en el que es abandonada y se inicia otra fase de ocupación residual de las ruinas de la misma que llega hasta fines del siglo III.


La importancia del conjunto descubierto supuso un cambio en la estrategia a seguir para la conservación y puesta en valor del yacimiento, pues la Corporación Municipal decidió adquirirlo y proceder a su vallado y acondicionamiento. Dicha decisión trajo consigo un largo proceso administrativo que culminó en 2009 con el reinicio de las excavaciones arqueológicas en la villa de Los Cantos, previa apertura de un carril de comunicación de 300 metros que unía el yacimiento con la carretera comarcal MU - 503 Bullas - Zarzadilla de Totana. Durante los meses de abril, mayo, junio y julio de 2009 se realizó una intervención arqueológica por parte de la empresa Ligia, Comunicación y Tecnología S.L. Dichos trabajos aportaron nuevos datos al conocimiento de la estructura interna de la villa y nos permiten afirmar que las edificaciones descubiertas en anteriores sólo eran una parte de la misma y que ésta se extendía sobre una superficie considerablemente mayor y se encontraba dispuesta en terrazas a distintas alturas.


La presente exposición pretende mostrar un recorrido por las distintas intervenciones realizadas en la villa de Los Cantos desde su descubrimiento hasta el día de hoy, formulando una perspectiva de cuál debe ser su futuro y el papel que representa en el patrimonio cultural del municipio de Bullas.


Esta y otra información se puede encontrar en la página web del ayuntamiento de Bullas.













Las fotografías son actuales, concretamente las saqué el día 5 de enero de 2012, con la ayuda del monitor del taller de empleo de arqueología y las chicas que están a su cargo, que me facilitaron el poder entrar en el yacimiento, ya que éste está vallado. Este taller de empleo comenzó el día 19/12/2011 y tiene en su objetivo poner en valor el yacimiento de los cantos como recurso turístico visitable.

UNAS IMÁGENES DEL PUEBLO.






BULLAS Y UN POCO DE HISTORIA.

Bullas se encuentra en la Comarca del Noroeste de Murcia, enclavado entre los términos municipales de Cehegín y Mula, a 53 km de la capital de la Región. La principal vía de comunicación para llegar a la localidad es la Autovía del Noroeste - Río Mula (también denominada C-415) que une Murcia con Caravaca de la Cruz.

Los viajeros que se desplacen desde fuera de la Región de Murcia pueden enlazar con esta Autovía en Murcia para llegar fácilmente a Bullas (desde la A-7 si vienen de Andalucía o Levante, o desde la A-30 si lo hacen desde La Mancha).

El Municipio de Bullas, con una población aproximada de 11.500 habitantes y un término municipal de 82,2 Km2 de extensión, se encuentra enclavado en la Comarca del Noroeste de Murcia, entre los municipios de Cehegín y Mula. El casco urbano de la localidad se encuentra 653 m sobre el nivel del mar, siendo una de las poblaciones a mayor altitud de la Región de Murcia.

Bullas presenta unas características naturales, socioeconómicas y culturales propias, donde la vid y el vino son unos de sus principales protagonistas.

La puesta en valor de estos recursos naturales, históricos, culturales, etc. es algo primordial para poder desarrollar el potencial económico de una zona que debe rivalizar con mercados cada vez más competitivos. La calidad o la potenciación de productos diferenciados con un alto valor añadido ligado al territorio, se convierten en objetivos a conseguir si se quiere trabajar en el desarrollo sostenible de un área.

En la actualidad, debemos tener en cuenta que la competitividad es entre territorios, más que entre productos, tal y como afirmaba, el profesor Romano Toppan de la Universidad de Verona, en un reciente encuentro del Proyecto Vinum Est celebrado en Hungría. De esta forma "el marketing de un producto es más eficaz, en una época de globalización, cuantos más significados conectados a la especificidad de su territorio contiene dentro de su marca”.

Desde este punto de vista, la existencia en Bullas de más de 2.500 Has dedicadas a la producción de vino, y la presencia de un Consejo Regulador de la Denominación de Origen "Bullas", creado en 1994, donde se integran ocho municipios, con más de 5.500 Has de viñedos, así como el peso de la tradición vitivinícola del área, dan idea de la importancia del vino a la hora de promocionar este territorio, convirtiéndose, de ese modo, en elemento diferenciador y definidor del espacio.

Como consecuencia, es lógico y debe ser un objetivo fundamental el ligar la promoción del municipio y su área de producción al desarrollo del Turismo Enológico, como elemento que puede completar y complementar la importante oferta turística de nuestra comarca.

UN POCO DE HISTORIA.



Desde siempre Bullas ha mostrado una secular dedicación al cultivo de la vid y a la elaboración de vino, como se desprende del hallazgo en la villa romana de Los Cantos de la escultura del NIÑO DE LAS UVAS o en la documentación conservada en diversos archivos desde la Edad Media (destaca la descripción del historiador Martín de Ambel sobre la producción de vino en Bullas o el Acta Capitular de 1849 que describe la forma artesanal de hacer vino). Sólo en su casco urbano se conservan total o parcialmente más de 200 bodegas tradicionales, la mayoría construidas entre los siglos XVII y XIX.








Bullas, además de contar con sus ya conocidos atractivos naturales, arquitectónicos, históricos, artesanales, etc., es un municipio tradicionalmente ligado a la cultura del vino.



El único medio de subsistencia que había en Bullas hasta mediados del siglo XX, era  la agricultura.



La sociedad bullense creció merced al sector primario, cultivando y recogiendo diferentes productos del campo, en especial los cereales (durante el siglo XVIII), que se unió al cultivo de la vid que llega hasta nuestros días.



En un primer momento, la práctica de consumir vino quedaba restringida a las clases sociales de mayor prestigio. El consumo de éste estaba reservado a unos pocos privilegiados, e iba a marcar la moda de las clases más acomodadas de la sociedad ibérica. Además se tiene constancia del interés de la Aristocracia reinante por ejercer el control directo sobre el proceso de elaboración de vino en los inicios de la cultura ibérica. Aparecen numerosos elementos arqueológicos en los diferentes municipios que componen la D.O. Bullas conservándose en el Cigarralejo (museo ibérico de Mula) numerosas cerámicas griegas de importación.



En la dominación romana es cuando comienzan a extenderse por los campos de Hispania. En Bullas encontramos elementos relacionados con la tradición vitivinícola (el niño de las uvas, el sello del Castellar, etc.).



La  cercanía de la importante ciudad y puerto de Cartagena hará crecer la producción del vino en zonas del interior, como es el caso de la villa de Los Cantos y la de El  Romero.



Durante el periodo visigodo el impulso comercial que los romanos mantenían  por el mediterráneo decae a la vez que crece la demanda auspiciada por las comunidades religiosas y monacales.



La producción de vino sufre un retroceso con la expansión del Islam (por las limitaciones del Corán).



La Reconquista trae de nuevo a los monjes cultivadores de la vid, considerando al vino como un elemento de primera necesidad propiciando así su expansión.

A partir del s. XVI, la desaparición de la frontera conlleva un aumento de población y permite la extensión de los terrenos cultivables.



Los estímulos comerciales favorecen la introducción de nuevos cultivos, así como la expansión de los viñedos y, con ello, un considerable aumento de la producción de vino. Mientras en Bullas iba a seguir el proceso inverso, ya que durante el s. XV y XVI quedaría despoblada. Un siglo más tarde la situación cambiaría de nuevo (concretamente el  año 1960).


OTROS RECURSOS VISITABLES EN BULLAS.

En Bullas también tenemos otros atractivos como pueden ser, el Museo del vino, ya que este pueblo es como hemos dicho antes un pueblo vitivinícola desde la época romana, la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, de estilo barroco, del siglo XVIII y declarada monumento histórico nacional, el mercadillo de productos artesanales El Zacatín, que se celebra cada primer domingo de mes durante todo el año, parajes naturales diversos, la Torre del reloj, etc...